Consejos

La Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP) ha publicado en su página web una serie de hojas informativas a modo de guía acerca de las emergencias y problemas de salud más frecuentes en niños y bebes, indicando de forma clara como deben actuar los padres en cada caso.

Si hay algo que debemos comprar con cabeza, eso es la ropa de bebe. Es muy fácil caer en tentaciones cuando vamos a comprar ropa y podemos obviar elementos muy necesarios, sobre todo cuando es nuestro primer bebe. Aquí os doy unos consejos basados en mi experiencia.

No hay una edad definida para aprender a hablar, hay bebes que empiezan muy pronto y otros más tarde, no pasa nada. Lo que hay que tener claro es que los niños aunque no sepan hablar si que entienden muchas de las cosas que les decimos, por lo que podemos valernos de ello para enseñarles a hablar. Para enseñar a hablar a nuestro bebé os proponemos una serie de consejos que pueden ayudaros:

Si os disponéis a realizar un trayecto en coche con vuestros hijos (ya sea de unos minutos o de varias horas) es importante que tengáis en cuenta los siguientes consejos:

Al contrario que la leche de los mayores, normalmente la leche de bebes viene en polvo dado que en este formato es más fácil su conservación y almacenaje (ocupa considerablemente menos). Pero cada vez son más las marcas que están sacando al mercado leche para bebes en formato líquido, es decir, en un brick como la leche normal.

A partir de los 4 meses nuestro bebé necesita mayor aporte de alimento. Dado que todavía no sabe comer de cuchara, lo primero que suele hacerse es espesar la leche de los biberones con cereales en polvo. Inicialmente los cereales serán sin gluten para evitar problemas de alergias.

Normalmente se habla de que el primer mes hay que dar de comer al bebe cada 3 horas. Cuando tuvimos a nuestro primer bebe así empezamos a hacerlo. El bebe comía con ganas durante bastante tiempo hasta quedarse satisfecho. Pero a la hora o dos horas, incluso a veces antes, el niño lloraba y no sabíamos muy bien por qué. En ocasiones comprobamos que se trataba de gases, pero en otros casos no nos quedaba muy claro, pero si le poníamos al pecho el niño se calmaba y se ponía a comer con ganas de nuevo.